Es una etapa llana por lo que estos 33 km que distan desde la salida hasta el final de etapa se pueden cumplir. Los días atrás caminando por estos lares ya nos han favorecido en el sentido de que la resistencia es superior a la de las primeras etapas.
Por el camino hay importantes localidades por las que se pasa con muchas cosas interesantes que visitar. Pero el tiempo que necesitamos para no eternizar la etapa nos impedirá visitar todos los Monumentos o Iglesias que encontramos en su paso.
Elegir el sitio dónde dormir ha sido un poco aventurado. Sabiendo que está apartado del camino tradicional, con la premisa de que voy sola, parecía que iba a ser un poco arriesgado, pero la amabilidad del dueño de este Hotel-Rural cuando hice la reserva, me acabó de convencer de que merecía la pena arriesgarme a andar un poco a la aventura. Una vez en Cervatos de la Cueza, llamé para que me enviaran un taxi (por gentileza del Hotel).
Buscando en internet:
(…)pasa por Cervatos de la Cueza, San Román de la Cuba, Pozo de Urama, Villada y Pozuelos del Rey en la provincia de Palencia, para pasar a la provincia de León por Grajal de Campos hasta Sahagún donde se une con el camino tradicional (…)
Otra anécdota que no puedo omitir es la que viví al día siguiente, al caminar sola hasta Sahagún. Pasé por Grajal de Campos, una población que celebra su fiesta mayor en el mes de Mayo y ansiosa por tomar algo fresco ya que la calor empezaba a hacer estrago en mí, entré en la población en busca de un Bar. Cual fue mi sorpresa cuando conocí al Alcalde en persona. Un hombre encantador que me enseño las obras del nuevo Albergue de Peregrinos que está levantando en un edificio histórico con muchísimo esfuerzo e ilusión.
En definitiva, mi estancia en Hotel-Rural El Señorío y la cena que me ofrecieron, con la posibilidad de elegir de la carta, al igual que el desayuno, se puede recomendar a quien opte por vivir en primera persona esta aventura.