Tras andar unos 20 km se llega a Zubiri. Capital del Valle de Esteribar. Su puente Medieval cierra este trayecto de preciosos bosques frondosos y naturaleza impresionante.

Como iba con las Reservas hechas a través de la Agencia Mundiplus, me encontré con que esta noche debía dormir en la Pensión Usoa. Debo reconocer, que a pesar de la sencillez del lugar, me sentí muy a gusto. Mi habitación individual era muy espaciosa y disponía de baño propio. La zona común, de la que no disfruté, ofrecía cocina y sala de estar con televisor.

Sita en la C/. Puente de la Rabia, 4 – muy céntrica y el teléfono para reservas: (+34)948304306

Otro lugar recomendable, según otros peregrinos que han estado, es La Pensión Zubiarenetxea, en Calle Camino de Santiago, 2 justo al otro lado del puente de la Rabia.

En esta Pensión no he dormido, pero los comentarios de otros peregrinos me lleva a proponer esta opción como válida.

Al igual que aconsejo dónde dormir, también te informo dónde no hacerlo en Zubiri. La opinión de otros peregrinos me lleva a no recomendar la Hostería de Zubiri.

Como es lógico, el desayuno lo tuve que hacer al dejar la Pensión, pero no tuve problema alguno ya que hay varios bares antes y después de cruzar el famoso Puente de la Rabia.

Desde hace unos años que me quedo a dormir en una CASA RURAL con muchísimo ENCANTO.

https://www.txantxorena.com/

Podéis entrar en el enlace siguiente, donde tengo publicado con detalle este lugar tan especial. Conocí a  Amaia, su propietaria, joven y emprendedora. Ahora ya, 2024, tiene dos hijos y personal que le lleva la casa y nos cuidan con tanto cariño como ella. La llegada siempre es relajante. El jacuzzi que tiene junto al garaje es INCREIBLE¡¡¡ Poder disfrutar, en privado, de esta sala y estarte metido en el jacuzzi 30 min. es lo mejor para recuperar fuerzas y pasar la tarde totalmente recuperado/a del esfuerzo de la etapa. 

https://elcaminodesantiagoalopijo.com/2018/04/26/en-zubiri-casa-rural-txantxorena/

La terraza es perfecta para tomar algo si el tiempo acompaña. 

El desayuno, al día siguiente, en la mesa enorme que compartimos todos los huéspedes, contribuye favorablemente a conocer a otros peregrinos con los que coincidiremos a lo largo de los días siguientes, dependiendo de hasta donde lleguen cada uno de ellos. Pero es genial poder entablar una conversación y compartir momentos y experiencias. Sabiendo que, posiblemente, sigamos coincidiendo en otras etapas y lugares.