Santiago de Compostela

La oferta restauradora en Santiago de Compostela es inmensa. Hay una gran variedad de Restaurantes y bares de tapeo en la zona de la Catedral. Las cartas son muy variadas y en su mayoría el marisco, el pescado, es fresco y está expuesto a la vista, a modo de reclamo.

Pero la comodidad de cenar en el Parador Nacional de Los Reyes Católicos, donde me he hospedado cada vez que he llegado a fin de camino, es evidente. En el Parador hay dos Restaurantes: El Especia, al que se accede, también, desde la calle lateral al Parador y el Enxebre, también desde el salón junto a la entrada principal al Parador, bajando una escalera que conecta directamente con el Restaurante que, además, tiene acceso directo desde la calle.

En el Especia, el más elegante, ofrecen un Menú Degustación, nada que ver con el Menú de Peregrinos que has comido si o si en la mayoría de etapas, sino que es un surtido de primeros platos muy elaborados, básicamente de marisco, como por ejemplo, Croquetas de Bogavante, o Buñuelos de erizo de mar, entre otras cosas y, de segundo, un pescado a elegir -de lo más fresco-. Todo ello acompañado por un vino «albariño», de la tierra, o un Ribeiro y, en mi caso, ambos….

Las carnes gallegas, reconocidas internacionalmente, pasan a segundo plano cuando llegas a Santiago de Compostela. Entrar en el casco antiguo, caminando por sus calles peatonales, llenas de Restaurantes con sus escaparates a modo de pecera, donde las langostas, los bogavantes o las vieiras parecen decirte «BUEN CAMINO», relegan a la ternera gallega al fondo del armario.

Aquí acaba tu peregrinaje. Aquí dejas de desear a la gente con la que te cruzas: «BUEN CAMINO». El contraste de emociones que vives entrando en Santiago de Compostela es indescriptible. Así que mejor ahogar las penas en una buena comida y dejarte llevar por estas emociones hasta la hora de la cena …. Volver a degustar estos platos de alta cocina y buena materia prima que te ayudarán a sobrellevar esta última etapa. Mañana hay que volver a la realidad, mañana hay que volver a casa…..

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Tras muchos años de experiencia «peregrina» he podido asesorar a mucha gente, sobretodo peregrinos con los que acabo el camino al llegar a Santiago y no saben dónde comer mejor.

Los Restaurantes, como ya he comentado en otros POST, no los puedo recomendar sino he estado anteriormente y aún así, un simple cambio de chef, camareros o proveedores, puede modificar esta impresión de se come muy bien por otra totalmente contraria, por este motivo retiré del MENÚ desplegable de mi BLOG el apartado «dónde comer?»…..

Pero a fecha de hoy (2024) los dos sitios más buenos en los que he podido comer excelentemente, son:

A TABOA DE PICAR, en la Calle Pombal, por debajo de la Catedral y que tiene una terraza con vistas a este Monumento. El servicio es correcto y la carta es toda muy recomendable. También tienen buenos vinos para acompañar estos platos. 

 

EL MERCADO DE ABASTOS: que es el Mercado de Abastos, tal cual. Cerca de La Catedral, entre calles por encima de la Catedral se llega a este Mercado que tiene abierto un pasillo entre las paradas de Carne y Pescado para poder ofrecer productos del Mar y Ganado de alta calidad y cocinado al momento. Está siempre lleno de gente, en esas mesas altas de 4 pero van  muy rápidos sirviendo y es cuestión de tener paciencia o llegar antes de las 13h. Dejarse aconsejar por los camareros que sirven en este lugar, porque saben qué es lo más fresco y cómo está mejor cocinado para deleitar el paladar de sus clientes. No es exageradamente caro y hay opciones, como pedir pequeñas raciones, pero desde luego es uno de los sitios más típicos para disfrutar de una comida de proximidad y de gran calidad.

 

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