En el camino de Santiago, en la Comunidad Autónoma de Galicia, encontraremos muchos Monumentos declarados de «Interés Cultural» (BIC- España) y Patrimonio de la Humanidad (UNESCO). Algunos los podremos visitar cómodamente, después de finalizar la etapa del día y con tiempo para disfrutar la visita. Otros quedan más apartados del «camino», propiamente dicho, pero con posibilidad de acceder al lugar en transporte público o privado. Es el caso del majestuoso MONASTERIO DE SAN JULIÁN DE SAMOS (en gallego, SAN XIAO), situado en la localidad de Samos (Provincia de Lugo- Galicia).
Muchos peregrinos oyen hablar del Monasterio antes de llegar a Galicia. La etapa que sale de Triacastela tiene dos vías por las que llegar a Sarria. Un camino es el de Sanxil, al que accedemos en el desvió a la derecha de la Carretera LU-546 justo a la salida de esta localidad y que está ya, en gran parte, asfaltado. Goza de más popularidad porque son 18 kilómetros por un trazado cómodo, alternando un sendero bien conservado y tramos asfaltados. El otro camino trascurre por la carretera hasta San Cristobol (aproximadamente 3 km). Hasta que nos adentran en esta pequeña población caminamos de forma complicada entre arcén y un estrecho pasillo al otro lado del «guardaraíl». Después el sendero es entre bosques frondosos, junto a un río y campos que nos rodean y acompañan durante el trayecto, a lo largo de los 21’5 km que hay hasta Sarria. Son estos 3 kilómetros por carretera y los 3 que se anda de más lo que priorizamos los peregrinos para optar por Sanxil.

Pero la tentación de visitar un Monasterio Benedictino en perfecto estado de conservación con una historia propia y en un entorno inmejorable, prevalece, en muchas ocasiones a otra opción más rápida y más cómoda para llegar a Sarria.
En definitiva, concluir la etapa no es cosa de llegar el primero ni pronto. Lo importante del peregrinaje es disfrutar de la belleza del camino. A veces es el paisaje, otras veces la comodidad de la vía o el trazado, pero pocas veces la opción es poder apreciar una muestra arquitectónica e histórica tan impresionante. Por algo la UNESCO concedió al Monasterio de Samos la denominación de PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD en el año 2000.
La visita guiada empieza en la tienda de productos del propio Monasterio, elaboración artesanal hecha por ellos mismos, en muchos de sus productos. El coste, a día de hoy, es de 10 Euros. El recorrido por el espacio abierto al acceso público es corto, pero muy interesante y dura 1 hora aproximadamente. Los horarios para visitar el Monasterio van de 9’30h a 12’30h. y se reanuda a las 16’30h a 18’30h.
Esta franja horaria de las mañanas permite, al peregrino de camino a Sarria, hacer la visita y proseguir su peregrinaje sin inconvenientes.
En mi caso, siendo que no estaba en Triacastela como peregrina, me permitió llegar andando y tener tiempo suficiente para reanudar la marcha de regreso a Triacastela, tras la visita y quedándome a comer en uno de los Restaurantes que hay en esta localidad, que no son pocos, para lo pequeña que es Samos.
Sobre la visita guiada no voy a desvelar los secretos que la guía nos contó del Monasterio ya que es mejor oírlo en primera persona y dejarse guiar por los rincones que nos muestran y su historia. Realmente es muy interesante e impresionante. Además está muy bien cuidado y las últimas rehabilitaciones que se hicieron, tras el incendio de 1951, fueron ejecutadas por artistas locales de gran calidad y buen criterio. Una pérdida colosal que queda mitigada, en parte, con la nueva orientación que se le ha dado a esta parte del Monasterio que nos muestran.
El recorrido andando, desde Triacastela a Samos no supera los 9 kilómetros, así que después de comer me dispuse a deshacer el camino andado para regresar a Triacastela, donde pasé unos días visitando el entorno y haciendo, de nuevo, un poco de peregrinaje por tierras gallegas……
Una vez en Triacastela quise saber a quién podría dirigir una queja en relación a la peligrosidad de la etapa por Samos ya que los primeros kilómetros, como ya he comentado, se hacen andando por el arcén y por esta carretera transitan muchos vehículos pesados y suelen ir a gran velocidad. Por lo menos fue la impresión que me llevé en los momentos en que coincidió que pasaba algún vehículo.
La «XUNTA», a quien dirigí mi escrito, me contestó rápidamente, informándome de que harían llegar mi queja al departamento correspondientes y en breve obtendría una respuesta. Esto fue el pasado 15 de Agosto y aún no he tenido más noticias de este organismo Autonómico que gestiona el camino.
Si me pregunta alguien qué etapa me gusta más, siempre dudo en calificar una de ellas la más bonita o mejor, porque no es en sí la etapa y el paisaje que te rodea, sino la belleza de la naturaleza que se abre ante tus ojos en un momento dado. En esta ocasión, al llegar en el Taxi, a primera hora de la mañana, en pleno mes de Agosto (día 14), a O Cebreiro, no pude resistirme a contemplar lo que tenía delante…. empecé la etapa hasta Triacastela llevándome en la memoria esto:
Mis peregrinajes suelo hacerlos siempre en Mayo y en ocasiones vuelvo en Septiembre. En esta ocasión extraordinaria he caminado algún día en Agosto, cuando en realidad estaba mostrando a mi familia lugares del camino por los que camino sola en estos meses. Poder hacer una etapa del camino, esta etapa, en concreto del camino y con mi familia me ha confirmado que estoy sumamente enamorada de la naturaleza, de la belleza y del peregrinaje a Santiago de Compostela. Tal como hoy en día suele decirse, SOY UNA FRIQUI DEL CAMINO ¡¡¡
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