Etapa de unos 19 kilómetros. Bonita y tranquila. Pocas subidas o bajadas. La entrada a Sarria la hacemos por un camino paralelo a la carretera. Hay muchas aldeas y poblaciones con servicios en el camino. En Sanxil nos juntamos con los que vienen haciendo la etapa pasando por Samos, que es más larga y con más asfalto, sobre todo a la salida. Conociendo ambas rutas, puedo valorar que es más bonita y corta la de Sanxil.
El paisaje que nos rodea en el trayecto es espectacular en primavera y el único problema es el firme por el que vamos en caso de haber llovido días atrás o con lluvia porque se acumula el agua en el camino y hay barro que dificulta el peregrinaje.
Al llegar a Sarria, normalmente nos dirigen por el interior de la población, dando un importante rodeo para conocer mejor el lugar antes de llegar a nuestro alojamiento, sea albergue, hostal, pensión u hotel.
El Río Sarria atraviesa la Ciudad y hay un paseo con terrazas y bares donde quedarse a ver cómo llegan los peregrinos. Además está en una zona con calles y avenidas llenas de tiendas que atraen a lugareños y peregrinos. Un amplio abanico de opciones dónde comer, porque Sarria existe por y para el peregrinaje. Farmacias, centros médicos, tiendas de deporte, colmados etc., por lo que el paseo de tarde es agradable y distraído. También tiene Iglesias, Convento, Parroquia y un Monasterio-albergue.
Precisamente, para llegar hasta el Monasterio de La Magdalena se recorre el casco antiguo por una calle empinada en la que hay muchísimos albergues y por ello, mucho ambiente. También es el camino de salida de la etapa siguiente.
2024: Fotos para recordar¡¡


















